lunes, 6 de junio de 2016

Indiferencias.

Y hoy así,
soportándonos un día más, te vuelves a despedir.
Tan indiferente, como siempre
te tiendes en el sillón y me miras.
Tus ojos negros, centinelas, grandes, decididos; me ven
y cubro en un flash rápido
todo sentimiento de tu mirada que aniquila.

Y hoy así,
nuevamente me dijiste todas esas cosas,
removiste cenizas que yo ya disolvía
y decidiste que no puedo olvidarte
y me hiciste retumbar y sentir toda esta rabia
y necesitar de tus palabras que lastiman
y añorar esas manos en mi cuerpo
y sentir que contigo o sin ti, somos nada.

Y hoy así,
Tan seguro, tan hombre, tan marica y tan todo
como eres cuando me lastimas
decidiste que pelear es mejor que olvidarme
que dejarme con este sentimiento apaciguado
y viniste aquí y me hiciste revivir
y rodar una lágrima efímera, salada, desmesurada
al compás de mis mejillas.

Y hoy así,
yo te pido que te apagues, yo te pido que te vayas
que me dejes continuar, deslumbrada en mi camino,
porque hubo fuego y cenizas quedan,
pero este fuego de mi amor por ti, peligra
porque las cosas que tu me has dicho
las cosas que tu me has hecho
no se las deseo ni al peor de mis enemigos.
Esas cosas que me hacen odiarte y amarte siempre,
esa fuerza tuya de alejarme y atraerme
cual conejillo de indias.

Hoy ya no, ya no quiero, no.

06/06/2016

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