miércoles, 22 de junio de 2016

Autoterapia individual, lavado de cabeza: Tus formas románticas



Traté de recordarte por tu romanticismo
de esas veces que me decías al oído, “más, más, así, así”
o “voltéate, chúpame, muérdeme”
o de cuando me decías, “no te pongas abajo, súbete arriba
sujétame, estrújame, devórame”
Quise realmente ponerme cursi con esas palabras tuyas
del momento exacto en el que nos amábamos
¿Y sí era amor?
Siempre con tus galanterías, o como diría Vargas Llosa
“guachaferías”, - “ven para acá, te voy a coger”
O tus clásicas “vamos por un rapidín”.
Eso era lo que mi mente claramente recordaba,
estaba impuesta a tus cosas cursis,
De los “te amos, te quieros” no recuerdo nada,
esos eran digamos, básicos entre el diario y el fin de semana.
No logré comprender porque no podía recordar tus cartas
en dónde quedaban las palabras como “soy tuyo, eres mía”
y porque sólo recordaba tú gemir, tú cara de después de hacer el amor.
Y no encuentro explicación, eso es lo que me dejaste
y hoy trato, insistente de recordar ese olor tan particular
de mi cuerpo y el tuyo
de la fusión, del misticismo.
Pero no… ya sólo me queda el espectro
de un romántico loco que me dejó vacía,
que no me dejó nada.

22/06/16

No hay comentarios: