martes, 21 de junio de 2016

Autoterapia: No tiene título, pero te escribo.

Pues ahora ya ni si quiera el color de mi cabello
en rojos destellos y brillos anaranjados
me unen a ti.
Y es que en un arranque de ira, decidí
Que nada de lo que teníamos permanecería.
Hoy, ni el largo de mi pelo, ni la textura de mi piel
Estarán sacrosantos esperando por ti.
Hoy mis labios se liberan,
hoy mi particularidad se extrapola,
hoy ya no tengo nada que ver contigo
y así me despido, en tintes violetas
grisáceos, medios trémulos, pero seguros.
Mi olor cambió definitivamente
y es que eso que tenía de ti se ha perdido en inmensas peleas
en garrafales insultos, en historias que se quedan como recuerdos
y en palabras que por más que quieran permanecer
se las lleva el viento.
Hoy mi cuerpo ha dejado de pedirte
te disuelves como un efímero recuerdo
en el hondo hueco de agua salada
que surcaron en mi cara todas las lágrimas
derramadas por ti.

21/06/16

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