Una historia,
dos silencios
tres versiones
Y todo lo que tengo de ti se lo lleva el viento.
Y todo lo que juramos durante años se esfuma
en el lento pasar del inconsciente tiempo.
Una historia: El amor
así de cuatro letras, simple, furtivo, real
lleno de sonambulismo
porque solíamos vivir de noche y entregarnos
y sentir que nuestros cuerpos eran uno
y fusionar todas las horas en un solo momento
y desencarnar los más profundos sentimientos.
Dos silencios: tu versión y la mía
esa guerra de poderes, ese imperante ego
lo que nos hizo devastarnos y lo que ha terminado por matarnos.
Dos cuestiones ajenas, porque yo tengo mi historia
y tú la tuya
y olvidamos fusionarnos siempre que llegan las explicaciones
y se divide, y duele, y se torna azul; casi negro.
Tres versiones: Una que tengo aquí adentro,
detenida en un instante, congelada por el ensueño
intentando salir a flote, intentando sentir y fluir y apalancarse
de esa otra versión que tú me das, que no me llena;
que me tiene insensata, esperando, devastada.
Y esta última, esa que está guardada en el más efímero de los sentimientos
esa que me grita y me pide te detenga,
esa versión de ti y de mí que ninguno de los dos conocemos, ni
conoceremos
porque hemos dejado el amor atrás, y hemos destruido el silencio
y hemos maltratado todo lo que teníamos y que ahora no está.
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