lunes, 27 de junio de 2016

Autoterapia noctámbula III: Nuestra historia.


Una historia,
dos silencios
tres versiones

Y todo lo que tengo de ti se lo lleva el viento.
Y todo lo que juramos durante años se esfuma
en el lento pasar del inconsciente tiempo.

Una historia: El amor
así de cuatro letras, simple, furtivo, real
lleno de sonambulismo
porque solíamos vivir de noche y entregarnos
y sentir que nuestros cuerpos eran uno
y fusionar todas las horas en un solo momento
y desencarnar los más profundos sentimientos.

Dos silencios: tu versión y la mía
esa guerra de poderes, ese imperante ego
lo que nos hizo devastarnos y lo que ha terminado por matarnos.
Dos cuestiones ajenas, porque yo tengo mi historia
y tú la tuya
y olvidamos fusionarnos siempre que llegan las explicaciones
y se divide, y duele, y se torna azul; casi negro.

Tres versiones: Una que tengo aquí adentro,
detenida en un instante, congelada por el ensueño
intentando salir a flote, intentando sentir y fluir y apalancarse
de esa otra versión que tú me das, que no me llena;
que me tiene insensata, esperando, devastada.
Y esta última, esa que está guardada en el más efímero de los sentimientos
esa que me grita y me pide te detenga,
esa versión de ti y de mí que ninguno de los dos conocemos, ni conoceremos
porque hemos dejado el amor atrás, y hemos destruido el silencio
y hemos maltratado todo lo que teníamos y que ahora no está.

miércoles, 22 de junio de 2016

Autoterapia noctámbula II: La hora de la estrella.


Deliberada y automática aparece,
es un punto exacto entre saber que ya es tarde
para sentir que todavía es lo demasiado temprano
o como para salir corriendo y gritar desesperada
“¡no te quiero, si te amo, no te busco,  te necesito!”
Y es que es un pequeño momento,
efímero, irreal, desatendido.
Cuando el cielo se tiñe de gris y no se sabe si es de día
o es de noche, si huele a miedo o a madrugada
ese momento en el que desaparecen todas y cada una de las estrellas
que tiritan a lo lejos y me obligan a salir corriendo.
Siempre se queda una, una prendida como foco, arriba de mí
una luz que brilla y que me desespera, porque esa luz
(juré que jamás lo diría) es el recuerdo de las tardes cálidas
de los besos furtivos
de tus caricias pequeñas
de tus silencios
de tus manos grandes
de tus negros ojos
de todas esas risas
de todo sentimiento
de palabras
de suspiros
de ratos
de momentos.
Y así sobre mi cabeza, brilla
y se mete en mis recuerdos, una estrella blanca; encendida.
y todo se contagia y es ahí donde grito, donde te dejo
y  juro no volver, desaparecer y detenerme.
Esa es la hora de la estrella,
es la hora de ti y de mí y de nadie más
en la más oscura de las noches, fría madrugada
queda una luz que me ilumina
y me recuerda que si soy y estoy aún mirando el cielo
para buscar,
es por el encanto de saberte ajeno, ausente, casi inmaculado.


Si te amé.. pregúntale a la estrella.

Autoterapia individual, lavado de cabeza: Tus formas románticas



Traté de recordarte por tu romanticismo
de esas veces que me decías al oído, “más, más, así, así”
o “voltéate, chúpame, muérdeme”
o de cuando me decías, “no te pongas abajo, súbete arriba
sujétame, estrújame, devórame”
Quise realmente ponerme cursi con esas palabras tuyas
del momento exacto en el que nos amábamos
¿Y sí era amor?
Siempre con tus galanterías, o como diría Vargas Llosa
“guachaferías”, - “ven para acá, te voy a coger”
O tus clásicas “vamos por un rapidín”.
Eso era lo que mi mente claramente recordaba,
estaba impuesta a tus cosas cursis,
De los “te amos, te quieros” no recuerdo nada,
esos eran digamos, básicos entre el diario y el fin de semana.
No logré comprender porque no podía recordar tus cartas
en dónde quedaban las palabras como “soy tuyo, eres mía”
y porque sólo recordaba tú gemir, tú cara de después de hacer el amor.
Y no encuentro explicación, eso es lo que me dejaste
y hoy trato, insistente de recordar ese olor tan particular
de mi cuerpo y el tuyo
de la fusión, del misticismo.
Pero no… ya sólo me queda el espectro
de un romántico loco que me dejó vacía,
que no me dejó nada.

22/06/16

martes, 21 de junio de 2016

Autoterapia: No tiene título, pero te escribo.

Pues ahora ya ni si quiera el color de mi cabello
en rojos destellos y brillos anaranjados
me unen a ti.
Y es que en un arranque de ira, decidí
Que nada de lo que teníamos permanecería.
Hoy, ni el largo de mi pelo, ni la textura de mi piel
Estarán sacrosantos esperando por ti.
Hoy mis labios se liberan,
hoy mi particularidad se extrapola,
hoy ya no tengo nada que ver contigo
y así me despido, en tintes violetas
grisáceos, medios trémulos, pero seguros.
Mi olor cambió definitivamente
y es que eso que tenía de ti se ha perdido en inmensas peleas
en garrafales insultos, en historias que se quedan como recuerdos
y en palabras que por más que quieran permanecer
se las lleva el viento.
Hoy mi cuerpo ha dejado de pedirte
te disuelves como un efímero recuerdo
en el hondo hueco de agua salada
que surcaron en mi cara todas las lágrimas
derramadas por ti.

21/06/16

viernes, 17 de junio de 2016

Autoterapia noctámbula: Nuestras noches.


Nuestras noches.
Siempre cubiertos con el deseo a flor de piel,
siempre sujetando esperanzas que no reviven
que solamente están ahí, merodeando
pero que ya ni si quiera lo son.
Siempre estamos devolviéndonos suspiros
desencantos y destierros.
El minuto más oscuro de la noche nos sirve
para escuchar a lo lejos nuestros cuerpos
y saber que ya no somos nada y que siempre estaremos ahí,
reprochando
necesitando de nuestro inquietante y lujurioso
momento de placer.
Ese placer que se convierte en martirio
una vez que nos tocamos y sabemos que nunca más
estaremos aquí.

17/06/16

jueves, 16 de junio de 2016

Autoterapia hecha poesia: Asi eres.... tú...

Asi eres.

Eres como todas las mañanas
en que yo te ruego y tú me mandas
a la chingada
eso eres

Eres como todas las veces
que te pido compasión
y tú lo único que quieres
es verme muerta, acabada
eso eres

Eres como un beso terminado
en el ocaso de una despedida anticipada
eso eres.
Un minúsculo momento
un vacío interminable
un destello incandescente
y un reflejo de ti
que no te gusta

Eso eres.


16/06/16

Autoterapia para el Erotismo II: Música para hacer el amor.

“Extraño en las tardes, quizás no es amor lo que me hace buscarte”… Terminé de decírtelo al oído perpetuando las palabras con tu silencio. No tuvimos tiempo de mirarnos siquiera, estábamos ahí tan ocupados re corriéndonos el cuerpo con las manos. Intentaba dejarte aislado, pero no podía. Tuvimos apenas unos minutos para decirnos hola y empezó la trifulca. Tuve miedo al principio debo confesártelo, tenía algunos años imaginando, noches enteras re corriéndote con el deseo, fue tan precipitado que el momento en el que tocaste mis labios con los tuyos tuvimos suerte de estar ahí.
La canción se escuchaba a lo lejos, tan cerca que tuve que pensarla para poder digerir “Las decisiones siempre llegan tarde, las piezas que llegan jamás encajan”. El ritmo de todo me rodeaba lentamente, sin necesidad de tocarte más, me sentía ahí tan extasiada y a la vez tan incompleta.”Viajando en la luz, te quiero abrazar, un beso perfecto” Seguía acariciándote aceleradamente, tocando tus manos, tu espalda, tu pelo. Aún con ese olor en el recuerdo, un tanto añejo, un tanto inmaduro… Perfecto. Tuve un momento de estruendo, cuando a lo lejos, esa voz tan delirante titubeaba  “Envuelto en los sueños de inútiles noches, confusos recuerdos”. Y me acordé de mí y de ti, me acordé de todo lo que hacíamos en esa habitación, cosas que jamás habíamos intentado, muy a la prisa por esa premura que nos consumía de hace años. Tuve una sensación, que invadía mis piernas, entre las piernas, esa sensación de calor y de palpitación, constante… Que se hizo uno con mi centro… Y seguía repitiendo, dulcemente “Colores Santos”.
“Quizás no es amor” Y pensaba a lo lejos, muy dentro de mí, esto no está pasando, esto ya pasó; una tarde en un cuarto de hotel del cual no salimos, una noche a oscuras; tumbados en el comedor de mi apartamento… Esto sale sobrando, pensamientos efímeros, confusos, cual si quisieran torturar al más insensible ser humano. Estaban ahí, las había dicho él… “Quizás no es amor” Y tocaste con tus labios mis pezones, y volví a sentir ese húmedo instante entre mis piernas.
“Yo sé muy bien, jamás me entendiste y no lo pretendo”, la voz que a lo lejos dirigía mi orquesta estaba ya mezclándose con lo que yo respiraba, con eso a lo que me sabías. Sabias palabras que intentaron dos o tres veces que abriera los ojos, visualizar que esos dos cuerpos desnudos, no tan perfectos ya no tenían ni 18, ni 20, ni 25 años. Un espejo en la pared me hizo verme a los ojos; ojos verdes que brillaban como los de una quinceañera, deseosos de verme más al espejo, como una loca, ocultándome.
“Dulce es el viento, sopla en mi corazón… Arrastra olvidos y no regresas”. Casi a punto de terminarme, casi a punto de sentir el más fuerte de los estruendos tuve por un fractal de segundo en mi cuerpo húmedo la sensación más fría antes sentida, ese momento en el que los cuerpos se mezclan, se revuelven, se hacen trizas, desperté. Yo no fui la que lo dijo, de eso deberás estar seguro siempre, yo no tuve la idea y sus palabras entraron así, bien directas, derechitas  “Quizás no es amor”.
“Cambiar las palabras, mejor no jugar, promesas cerradas, cambiar las palabras… Quizás no es amor”. Y el que me terminó primero fue el de la voz distante muy cercana, ese que sin más preámbulo terminó con lo que tú y yo habíamos empezado como 1 hora antes, eso que se disfrutaba porque ya no se sabía a qué se sentía, eso que estábamos consumando en aquella alfombra gris, eso que en ese preciso momento estaba por terminar ahí, sin foto para el recuerdo; tan constante, tan oscuro y peligroso… Eso que me hizo recordar que no soy tuya y que no eres mío y que así, como no queremos estar, nos vamos a quedar… “Quizás no es amor”


10 de Diciembre, 2011. 

lunes, 13 de junio de 2016

Autoterapia de conciencia.....

De mis locuras y aventuras debería de escribir un libro... Empezaré con decir que si Dios me hubiera hecho normal, estaría limándome las uñas en el salón de belleza, o quizás tomándome un té con el dedito levantado en señal de elegancia. O quizá estaría pegada al teléfono, hablando de Chuchita Perez y de Menganita Gómez.

Pero no.. mi condena fue no poder tener el raciocinio suficiente como para liar con esas cotidianidades tan importantes, Tendré que conformarme con una mente revolucionaria y las ganas imperantes de no querer sentirme una más.. Tendré que refugiarme en la lectura, en la música y en el deseo de poder cambiar un poco lo que ha mermado y desquebrajado el mundo; para poder así.. hacerlo.


sábado, 11 de junio de 2016

Autoterapia III: Frases y dichos.

...Si he de volver a enamorarme de ti, que no sea en esta vida, pero tampoco me condenes a las que siguen...

... Que el interior de mis sentidos desaparezca al sensible parpadeo de un recuerdo que ya no está. Que todo lo que haga sea único e irrepetible, que todo simplemente se quede estático. Que no duela.

.... All I dreamt about this, and today it's just a rare image, like and old picture, like a bad kiss.

...There´s something indeed in between your eyes and your hands, and that's me.
Im taking a ride with my best friend. 
I hope I never let me down again.....



lunes, 6 de junio de 2016

Indiferencias.

Y hoy así,
soportándonos un día más, te vuelves a despedir.
Tan indiferente, como siempre
te tiendes en el sillón y me miras.
Tus ojos negros, centinelas, grandes, decididos; me ven
y cubro en un flash rápido
todo sentimiento de tu mirada que aniquila.

Y hoy así,
nuevamente me dijiste todas esas cosas,
removiste cenizas que yo ya disolvía
y decidiste que no puedo olvidarte
y me hiciste retumbar y sentir toda esta rabia
y necesitar de tus palabras que lastiman
y añorar esas manos en mi cuerpo
y sentir que contigo o sin ti, somos nada.

Y hoy así,
Tan seguro, tan hombre, tan marica y tan todo
como eres cuando me lastimas
decidiste que pelear es mejor que olvidarme
que dejarme con este sentimiento apaciguado
y viniste aquí y me hiciste revivir
y rodar una lágrima efímera, salada, desmesurada
al compás de mis mejillas.

Y hoy así,
yo te pido que te apagues, yo te pido que te vayas
que me dejes continuar, deslumbrada en mi camino,
porque hubo fuego y cenizas quedan,
pero este fuego de mi amor por ti, peligra
porque las cosas que tu me has dicho
las cosas que tu me has hecho
no se las deseo ni al peor de mis enemigos.
Esas cosas que me hacen odiarte y amarte siempre,
esa fuerza tuya de alejarme y atraerme
cual conejillo de indias.

Hoy ya no, ya no quiero, no.

06/06/2016