Una imagen, dos cuerpos, siete almas.
Algo nuevo; la humedad que de tu boca emana.
Una palabra a medias,
dos caricias interrumpidas
cientos de te quieros sinsentido
y besos que jamás se dieron.
Tres cartas,
una explicación mal dada
halagos intermitentes,
abrazos cortos, pero fuertes.
Pláticas que terminaban en olvido
y olvidos que terminaban en plática
trece canciones dedicadas
y sonidos, y gemidos, y estruendos en silencio.
Una ilusión, toneladas de sueños al aire,
de presagios incomprendidos.
Y esta fue, la crónica de un amor
que duró lo que dura el verano y su oleada
de calor, que sirvió
para darme cuenta que el amor existe,
pero que yo no existo para el amor.
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