Hay ciertas formas en la música que me atrapan y me vuelven obsesiva, es la magnitud de un color, de la temperatura o quizás de la intensidad del ritmo que me domina y crea sensaciones impensables en mi cuerpo. Tal pareciera que algunas de las canciones fueran totalmente diseñadas para que todo mi ser sufra alteraciones serias. Y con lo serio me refiero a que, cuando me centro en el profundo sentimiento que genera, una repentina carga eléctrica me recorre completa y me hace explotar y sentirme satisfecha. 

Autoterapia erótica I: Eres mi poema.

Poema erótico
de dos piernas abiertas,
del sabor ácido, dulce
amargo de un candor
blanquesino, transparente y 
fluido.
Poema errático
de suave piel redondeada
de profundidades parecidas
al abismo interminable
que te empuja y te moja
y se siente temblorosa
en el ánimo de estar sola.
Poema semiótico
de figuras indescriptibles
que se desbordan destruidas
después del orgasmo dulce
y fragmentado. Invisible.
Poema mimético
que va cambiando
   que se transforma
      que avanza
al unísono del sonido del amor
y del conjunto de dos cuerpos
moviéndose
1, 2, 3, 4 más
besándose
5, 6, 7, 8 más
uniéndose
9, 10, 11... más...
Mi poema eres y aún no estás;
eres erótico, errático, semiótico, mimético y estando aquí... No estás.
AAGM