jueves, 4 de octubre de 2018

Autoterapia de recuerdos aún vivos: tú, siempre tú.


Cuando callo soy como las dos de la madrugada
fría, eterna y sometida.
Sin poder si quiera mencionarte y llenarte de regocijo
y tenerte por encima de lo mío
es así como soy cuando callo.

No pretendo ser tu voz
pero si quiero que lo nuestro se revuelva
y surja nuevamente como cuando nos volvíamos uno
y revolvíamos el universo
y soñábamos con incitarnos
y que nadie pudiera entrar en nuestro hilo único,
ese que nos une desde que aparecimos en la historia del Mundo.

Hoy quiero ser como las dos de la madrugada,
y abrazarte con mis piernas blancas
y rodearte con mis brazos, esos que no entienden y no pueden aún
abrazar a nadie más,
esos que te lloran y te esperan como nunca,
y que son una muestra viva, apenas respirando
de lo que puedo ser y dar y sentir
cuando a oscuras, en mi cama me cobijan solitarios
y recuerdan ese olor que me sigue inflamando el alma, las ganas y el desdén.

Te amo, still.
Roja (Oct, 03, 2018)

martes, 9 de enero de 2018

Autoterapia romántica II: Manual práctico de suposiciones y entendimientos

Hay noches de insomnio como esta,
momentos de lucidez transparente
y de océanos que se huelen a distancia
y de luces que se reflejan en tu cara.

Con lágrimas que ruedan
y se caen por la delicada piel
que se derrite
que se desprende
bajo el agua salada y tibia
bajo el chorro lánguido
y meticuloso.

Hay momentos de felicidad infinita
de temblores involuntarios
de pasiones desencajadas
de poemas apenas escuchados
y fantasías que desprenden un sabor
dulzón y efímero.

Es como el estruendo de cuando explota todo entre tus piernas
y se pinta de rojo y morado
y se detiene cálida agua en el medio
en el punto de donde todo placer
emerge.

Y es así, como todo principio nace
y se origina un lento,
un lento entendimiento de lo que supone
sería el amor.

Yo nunca he entendido,

Nunca.